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La UMA encabeza un proyecto de educación alimentaria responsable

Artículo en Diario Sur sobre el proyecto Fair Food - Blanca Duque Serrano

2021-06-12

El Diario Sur, tanto en su edición en papel como en la edición digital para Andalucía, ha publicado un extenso artículo haciéndose eco del proyecto Fair Food, donde destacan como además de las labores investigadoras y docentes, nacen ideas diferentes y de enfoque más internacional de la mano de los profesores, siendo 'Fair Food for a Smart Life' (Comida Justa para una Vida Inteligente) una iniciativa que es ejemplo de ello. La finalidad de este proyecto, que lidera la profesora de Organización de Empresas, Ana María Castillo Clavero, es enseñar, recuperar y promover las antiguas técnicas culinarias y el consumo de los alimentos de temporada.
El artículo destaca el carácter abierto y disponible para toda la población de los resultados del proyecto, porque aunque se dirige especialmente a los jóvenes su utilidad y beneficios son generales. FairFood es un proyecto Erasmus+ que forma parte de Acciones Estratégicas, cofinanciado por la Comisión Europea. Aunque la palabra «Erasmus+» evoque movilidad, aquí estamos antes otro tipo de acciones, en concreto este es un trabajo para la formación profesional, con el objetivo de elaborar una serie de productos intelectuales que promuevan la alimentación tradicional, haciendo hincapié en la puesta en valor del Patrimonio Cultural Gastronómico Europeo. «Europa tiene una tradición culinaria y gastronómica que se está perdiendo, con productos, recetas y maneras de preparación propias. Pero como es mucho más fácil ir al supermercado a comprar una comida preparada industrial, la gente abandona estas tradiciones y esto es una pérdida de conocimiento y de valores culturales», afirma Ana María.
Consideran la dieta mediterránea como referente en esta iniciativa con proyección europea. Entre los socios se encuentran expertos agroalimentarios, educadores, organizaciones y universidades de España, Bélgica, Portugal e Italia. También cuentan con el apoyo de asociaciones como Sabor a Málaga o las Escuelas de Hostelería de Málaga y otros muchos a nivel internacional.
A partir de febrero de 2022, toda persona que lo desee podrá consultar los cursos y los repositorios de información sobre alimentación tradicional a través de su plataforma web en abierto. Para acceder a la plataforma no hay que registrarse, y el acceso es totalmente anónimo, pues solo se cuenta el número de usuarios que se entran a través de la dirección IP, ya que el fin del proyecto es tener la mayor visibilidad y el mayor impacto posible.
Con el fin de sensibilizar a los colectivos más jóvenes, la iniciativa contará con 50 cursos de «microtraining» (micro formación), elaborados con pequeñas fichas de trabajo y actividades que se complementan con material multimedia, divididos en un nivel básico y otro avanzado. El primero está destinado a jóvenes estudiantes de institutos o colegios. Es un paquete que enseña los beneficios de estos hábitos de consumo y descubre los productos, recetas, técnicas y métodos de conservación, haciendo hincapié en el producto local consumido en su temporada justa. «En esta etapa los padres dejan de ponerte la comida delante y tú empiezas a escoger, a crear tus hábitos de consumo, por eso es un momento clave», aclara la líder del proyecto. Por otro lado, el nivel más avanzado está destinado a estudiantes de Formación Profesional en restauración, hostelería y turismo, nutrición y dietética, así como a esos mismos ámbitos de estudio en la Universidad. Este nivel se dirige también a profesores y formadores que deseen capacitarse para trasmitir por sí mismos estos conocimientos a sus estudiantes.
La concienciación para una alimentación responsable no solo se centra en los beneficios para la salud sino que también tiene en cuenta la repercusión económica, social y medioambiental. «La importancia de consumir los productos en su temporada y en el territorio al que pertenecen viene, no solo del hecho de que evolutivamente estemos mejor preparados para digerir los propios de nuestras zonas antes que los de otras latitudes o países, sino muy especialmente del enorme impacto medioambiental que acarrea. Imagínate lo que significa que para comerte aquí un aguacate o un boniato fuera de su temporada haya habido que traerlo desde 10.000 kilómetros de distancia. Estamos contribuyendo a perpetuar un modo de producción bastante explotador de la naturaleza y de las comunidades más pobres», advierte Ana.
Los productos intelectuales del proyecto se ofrecen inicialmente en inglés, y posteriormente son traducidos a cada uno de los idiomas de los países que participan. Esto implica también una labor de adaptación, que haga fácil usar ese conocimiento en otros lugares, con su productos y recetas propios: «Si aquí estamos poniendo en valor la cabra malagueña, al traducirlo al portugués o al italiano tienen que encontrar allí productos autóctonos que cumplan un papel similar para que el usuario pueda acceder y consumirlo». Es un modo de perpetuar el valor de lo local, de crear puestos de trabajo agrícolas y ganaderos, de fijar población al territorio protegiendo el patrimonio rural empresarial y los conocimientos.
El trabajo comenzó a primeros de noviembre y actualmente se están desarrollando las actividades previstas conforme al calendario. Una vez concluido el trabajo de elaboración, la difusión se realizará tanto de modo «online» como en escenarios reales (presencial), si lo permiten las condiciones sanitarias, algo muy deseable para un proyecto de este tipo, que se combina perfectamente con degustaciones, catas y otros eventos gastronómicos. Para amplificar la difusión del proyecto, aspiran a contar la participación de influencers y referentes en el mundo de la cocina, como grandes chefs, nutricionistas y críticos gastronómicos, así como deportistas, profesionales del turismo, educadores, etc.

https://www.diariosur.es/universidad/proyecto-educacion-alimentaria-uma-20210612183855-nt.html