Esta técnica se suele aplicar con carnes de vacuno y de cerdo, aves de corral, postres y frutas (muy típicos y conocidos son los plátanos flambeados), aunque también podemos aplicar el flambeado con verduras o marisco, por ejemplo. ¡Los langostinos al whisky están deliciosos! (Puedes ver cómo se hacen en la sección referencias).

Podemos flambear de dos formas: rociando el alcohol (poca cantidad) directamente sobre la comida caliente dentro de la olla y prendiéndole fuego o haciendo el proceso de quemado del alcohol por separado. En este caso, utilizaremos un recipiente pequeño y resistente al fuego, echamos el alcohol, lo calentamos un poco para que prenda con más facilidad, le prendemos fuego y cuando este se apague, lo echamos en la comida. El fuego se apaga solo cuando se evapora el exceso de alcohol.

Para flambear de manera segura debes seguir los siguientes consejos:

• Apaga la campana extractora de humo, si no lo haces, la grasa que queda en ella puede prender e incendiar tu cocina.
• Retira todo lo que no necesites y ten a mano una tapa o un trapo mojado para la olla por si el flambeado y el fuego se descontrolan.
• Lo ideal es que cocines los alimentos en una olla o sartén profunda para evitar quemarte con el fuego.
• Utiliza un soplete de cocina o encendedor de mango largo para encender el fuego, esto evitará que te quemes si ha caído alcohol fuera del recipiente y se prende.
• Mantén siempre una postura erguida y no acerques la cara a la sartén o la olla.

El flambeado o flameado también se aplica en bebidas, es muy típico en la elaboración de cócteles, ya que reduce la graduación de alcohol y suaviza su sabor tras quemar el exceso de alcohol.